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cristormor

¿Espinete no existe?


El otro día fui con unos amigos a ver esta obra d Eduardo Aldán, en un teatro de Gran Vía (Madrid).Más de una hora nostálgica y a la vez divertida sobre nuestra infancia, sobre todo dirigida a esa generación que nació a finales de los 70 y principios de los 80 como nosotros. Eduardo con un don de cómico hizo saltar de lágrimas a más de uno, pero no por llorar sino por todo lo contrario.Pocas veces me he reído tanto y durante tanto tiempo seguido...Y es que cuando te tocan la fibra...Cuando tus mejores recuerdos afloran y encima son compartidos...algo grande se remueve y sale a la luz...

Como anécdotas epeciales, fue el momento en que sacó a relucir unas imágenes del mítico show de los payasos donde un mago o algo por el estilo,^__^, puso sobre la nariz de un niño un palo con un balón. Lo mejor es que para que no se le cayera el mago le agarró la nariz y el cuello fuertemente y el niño salió despavorido sujetándose su nariz por si se la habían arrancado."Ande andará ese niño hoy en día"?...Seguirá traumatizado por ese momento...? XD

Luego, el momento karaoke, cantando la canción de “Los Mosqueperros” entre todo el público y el momento transportador recordando esa especie de regla con un semicírculo que no sabías ni para qué servía.

A fin de cuentas, recomendable para la mente, la salud y tu vida recordar la infancia y encima riéndote. Lo importante no es recordar la infancia por tus vivencias sino recordarla por los recuerdos y flashes que te vienen a la cabeza. No por los videos y fotos que puedas guardar sino por lo que se quedará contigo hasta el día de tu muerte en tu cabecita.Eso será el recuerdo de tu niñez.

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