La Procrastinación (V): Los eternos preparativos
No siempre la procrastinación se expresa como una mera forma de pereza, depresión... o como resultado de una "mente voladora" que solo puede concentrarse en divagar y generar ideas e ideas. A menudo y en la mayoría de los casos la procrastinación más casera, la más cotidiana y por lo tanto la que mayor daños produce, consiste fundamentalmente en barreras psicológicas aparentemente pequeñas (vistas desde fuera, objetivamente) pero que en la práctica cuesta mucho de superar, o no se superan.
Una de estas barreras es la obsesión por no iniciar o reiniciar una actividad hasta que todo está en óptimas condiciones. Por ejemplo, antes de ponerse a estudiar, hay que organizar los apuntes, despejar la mesa, colocar una iluminación óptima, etc. Al final, el tiempo asignado al estudio se pierde por completo en dichos preparativos. Más ejemplos: antes de iniciar un proyecto de envergadura hay que discutir y discutir los detalles, lo cual es necesario, pero el empuje y la motivación iniciales se diluyen en reuniones y reuniones donde se divagan sobre preparativos.
Esta supuesta obsesión por los preparativos de cualquier tarea no es más que una excusa, un autoengaño que puede esconder un pánico o aversión a afrontar la tarea en sí, cuando no una simple desgana. En otras ocasiones es más complejo y los motivos por los cuales nuestra mente evita el inicio real de una tarea y decide divertirnos hacia otras tareas menores relacionadas pueden ser más profundos (un trauma del pasado relacionado con alguno de los aspectos de la tarea, por ejemplo).
En cualquier caso, existe un temor subyacente a enfrentarse a la tarea en sí, o más aún, a enfrentarse a las tareas frontalmente y ese pensamiento inconsciente activa toda una serie de mecanismos de evasión. Entre éstos es frecuente la invención de cientos de preparativos, sean necesarios o no, con tal de evitar el atravesar la barrera que nos separa de nuestra tarea de forma frontal y decidida. La buena noticia es que, una vez superada dicha barrera, el éxito en la empresa está prácticamente garantizado.
¿Cómo combatir esta obsesión por los preparativos? ¿Cómo evitar que éstos se conviertan en la fuente de nuestra procrastinación? No creo que exista una respuesta genérica y totalmente resolutiva a estas cuestiones. No obstante y como siempre, podemos enunciar algunos consejos prácticos:
http://www.telegama.com/societyof2000/ver.asp?art=3688
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